Post-post: Capitulo 2 (Basket Zaragoza 2002)

El regreso de Captain Bellas.

Como ya hablamos la semana pasada “es de bien nacido ser agradecido” y al último gran capitán se le debía agradecer mucho. Precisamente por eso, uno de los momentos más esperados del partido del domingo fue la “bienvenida” a Tomás Bellas.

Para nuestro gusto no fue excesivamente efusiva, en parte, porque el speaker lo cortó (personaje del que tal vez debamos escribir algún post). 

El bueno de Tomás brilló, como siempre, logrando colocar una de las mejores jugadas de la jornada y siendo el dolor de muelas del jovencísimo padawan Kevin Pangos.

La presencia de Kyle

 

Como ya hizo en la cancha de los Louisville Cardinals, su equipo en la NCAA, Kyle Kuric mandó un mensaje a la parroquia amarilla desde el espectacular videomarcador del GCA. 

Una sencilla frase, con una cara sonriente que recibió la afición entre aplausos. Esta fue la presencia del escolta amarillo, de la que nos alegramos todos pues hay cosas que van mucho más allá del deporte. 

Una vez más debemos recordar aquello de #WeAreWithYou Kyle.

Y la ausencia de Kyle

Desde el partido ante el Saski Baskonia, donde ya no pudimos contar con Kuric, el Granca ha sufrido un claro descenso en su calidad de juego, particularmente en la faceta atacante. 

Obviamente, no se puede intentar explicar este bajón exclusivamente con la ausencia de Kyle Kuric pero es, sin duda alguna, una importante razón tanto en lo emociona como en lo técnico. 

La función de un tirador exterior tan fino como Kuric no es solo añadir diez o más puntos al tanteo final (que ya es más que suficiente aportación). La obligación de los defensas rivales de dedicar especial esfuerzo en que jugadores como nuestro Kyle no tiren libremente lleva a un reparto de esfuerzos que facilita la vida a otras partes. Es decir, si Kyle arrastra a su defensa y una ayuda, pongamos del cinco rival, tenemos a nuestro juego interior más liberado ante un posible pase interior. 

Vamos, que a Savané, Omic, Baez, etc. le es extraordinariamente importante contar con un escolta tirador (y anotador). Sería injusto echar esta responsabilidad sobre los hombros de Sasu “Suso” Salin pues aunque pueda aportar puntos, sus virtudes son más defensivas que de un killer de más allá del 6’75.

Baez se revindica. 

Sin llamar mucho la atención, sin atraer los focos, sin grandes gestos hacia el público, pero con canastas en los momentos más calientes nuestro capitán Eulis Báez se revindicó tras un inicio de temporada gris. 

Es muy justo afirmar que Báez fue el jugador más trascendental en los momentos más comprometidos y que gran parte del mérito de la victoria reside en su nombre. 

No renovar para crecer

¿Quién nos lo iba a decir? Congratularnos por el éxito del Valencia Basket durante esta primera parte de la temporada hubiera resultado improbable hace unos meses. En cambio, ahora, estamos encantados con su primera plaza sobre todo porque “uno de los nuestros” esta dirigiendo el cotarro naranja.

Hace algo más de un año nos quisieron convencer de que no se renovaba al eterno entrenador del Granca Pedro Martínez por que no se le consideraba el idóneo para llevar una plantilla a otro nivel (más alto). 

El año pasado ya vimos como Pedro fue capaz de rescatar a un Manresa desahuciado pero este año, al trasladarse a un equipo de alto presupuesto este año, a día de hoy es el último equipo imbatido de Europa hasta, claro está, el próximo fin de semana que perderá ante el Granca.

Tal vez sea un buen momento para pensar y PODEMOS concluir que las razones para no renovarle fueron otras. 

T-Rex Omic reinante.

Una vez más el protagonismo por su aportación de tangibles (12p, 6r, 2a, 2br, 10 faltas recibidas) y de intangibles (levantando a la afición, desquiciando a Henk Norel) se lo llevó Alen “T-Rex” Omic.

Sin duda este jugador está llamando la atención de propios y extraños. Uno no sabe ya si ponerse la tirita para cuando se vaya a algún club de futbo-dólares, o pedir a las más grandes deidades del balonces que por favor le entre síndrome Jim Moran y se quede aquí por los restos.