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Al igual que las migraciones de algunas aves, mamíferos o
peces, cada año cíclicamente los seres humanos parece que tenemos tendencia a
repetir las mismas ideas con un gran convencimiento. Sirva de ejemplo esas
señoras que, cada uno o dos años, cuando llueve de forma copiosa en algún lado
de nuestras islas, salen en la tele afirmando muy compungidas que “nunca habían
visto llover así”.
Pues entre la fauna del Gran Canaria Arena (otrora del CID)
podemos ver como se reproduce el mismo ciclo. Desde que recuerdo, cada verano
se preconizaba el fin del mundo para el Granca al contabilizar la marcha de
jugadores destacados, o no tanto, de nuestra plantilla. Este año no iba a ser
menos, especialmente con el regusto a exitazo del año pasado, y con la marcha
de Kevin Pangos se han lanzado ya, sin tapujo alguno, a anunciar que se está
desmantelando el equipo.
A ver, que no soy ciego, que está claro: Pangos, Omic,
Newley, Don Alejandro… Está claro que se nos va una parte importante de la
plantilla. Pero esto está muy lejos de ser novedad, de hecho nos ha pasado toda
la vida del señor. ¡Qué si señora, que sí! ¡Qué hace dos años llovió lo mismo o
más! Mire los números.
Como buen científico social que uno es, los datos le hacen
sentir calentito y seguro ¡cómo en casa! Así que repasemos un poco el pasado de
nuestro Granca:
Salvo casos como English o Carroll que nos duraron un par de
añitos, la mayoría de nuestras estrellas suelen coger billete a prados más
“verdes” el mismo verano siguiente a la temporada en la que destacan. Casi
siempre lo suelen hacer tras declarar que “les encantaría continuar en el
Granca”, lo que no solían decir es que su carrera les importa más (muy
legítimo, por cierto) y que el CB Gran Canaria no les podía ofrecer lo que
ellos buscaban.
Jugadores que se nos fueron y parecían irremplazables
justito en su momento perfecto fueron: Edy Tavares, Tomás Bellas, Spencer
Nelson, Ryan Toolson, Mike Bramos, CJ Wallace, Jaycee Carroll, Carl English,
James Agustine, Joel Freelan, Niklas Caner-Medley, Jimmie Lee Hunter, Will
McDonald, Hernández-Sonseca, Billy Keys, Marcus Goree, Fran Vázquez, Pat Burke,
Bud Eley, Larry Lewis, Bobby Martín, Kenny Miller, David Wood, Jorge Racca,
Alber Burditt, Devin Davis… Me cansa seguir, pero podría.
Sin embargo, salvo por algún que otro borrón, e incluso
yendo en contra de la lógica presupuestaria, el Granca ha tenido una progresión
deportiva simplemente indiscutible, llegando hasta su techo deportivo de hoy,
tal vez insalvable pues sólo nos superan los cuatro grandes grandísimos y uno
de ellos, no tanto.
Este fenómeno tiene una clara explicación y es su política
deportiva: dejar madurar los proyectos, que reine la calma todo lo posible y
sobre todo encomendarse al director deportivo. Dos nombres destacan, dos
nombres que deberíamos tener en tan alta estima como a Taph Savané, Jim Moran o
Greg Stewart: los nombres de Berdi Pérez e Himar Ojeda.
Estos dos señores son los que con sangre de lagartija han
sabido navegar entre las tormentosas aguas veraniegas del mercado baloncestístico
trayendo a todas esas glorias de la lista antes mentada y muchos más.
Es por esto que no entiendo que aficionados que ya tienen
cierta veteranía se pongan dramáticos ante las salidas de este año. Sé que
Berdi Pérez sabrá encontrar más como estos y que sólo una vez cada varios años
tienen verdaderos problemas.
Keep calm and “in Berdi we trusth”
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