martes, 10 de noviembre de 2015

El base rebotador

El intento conversor de Aíto García Reneses con Oriol Paulí, llevándole a la posición de base, nos ha traído a la memoria a uno de los bases del que mejor recuerdo guardamos pues comparten algunos modos.

Tal vez sea porque aun hoy se identifica como del “Granca”, tal vez sea porque ha sido el base más reboteador que se recuerda por estos lares (más de 3rpp), tal vez sea por su entrega e intensidad o tal vez sea porque nació justito un día antes que yo…

Hace unos meses, lo vimos el primero en el video de “ánimo” en la final de la Eurocup del año pasado y no muchos lo reconocieron (imagino que los recién llegados a la familia con el cambio del CID al GCA), y esto María Teresa, ¡no puede ser!

Mario Fernández llegó al Granca de la mano de Berdi Pérez en la temporada 2006/2007, no sin ciertas dudas por parte de la grada que nunca se ha acostumbrado a los fichajes de “desconocidos”. En este caso procedente de la LEB Oro donde jugaba en el Basket Zaragoza 2002.

Venía a suplir a un jugador también muy querido, Gonzalo Martínez, y con la etiqueta de jugador joven con 23 añitos… Pero pronto se ganó el favor de la grada por tener, claramente, ese ADN “Granca” que tanto gustaba al CID: Entrega total, pero con un tono amable y modesto.

Resultó ser un complemento ideal para el tal vez más conocido Marcus Norris, con unos muy buenos resultados: fue el jugador con mejor media de valoración del equipo el primer año (circa. 11), 4.6 puntos por partido, 3.3 rebotes por partido… y sobre todo trasmitiendo intensidad, cabeza y energía. Un miembro de honor del club de los “intangibles”.

Tras tres temporadas, cuando ya tenía garantizado el apoyo de toda la afición para un contrato a perpetuidad, problemas de índole familiar le hicieron buscar acomodo un equipo más cerca de la casa de sus padres y partió para Badalona.

Para colmo de males, poco después, una gravísima lesión le apartaría de las canchas siendo aún muy joven. ¡Qué gran base perdimos! Cuando había sido incluso preseleccionado para jugar con Pau, Marc y compañía, una maldita lesión no solo le dejo fuera del parqué, sino que le complicó la vida diaria.

Recuerdo una declaración suya que me dejó helado, dijo algo así como “ya no busco volver a jugar, busco poder caminar sin ayuda”.

Este final dramático para su vida como jugador profesional no fue, ni mucho menos, el final de su vinculación con el deporte que ama. Sigue como técnico y además es comentarista en la televisión, muy bueno además. Es una autentica gozada escuchar a un jugador que realmente tiene algo más que decir que el típico “son cinco contra cinco y todo es posible”.

En resumen, Mario es uno de la familia amarilla. Ta vez no sea de los más famosos, pero desde luego representa tanto el espíritu Granca como el que más. Sería de justicia que tuviera más espacio en el club y traerlo por el Gran Canaria Arena a recibir el cariño de la gente.


En el “Hall of Fame” de GranCaMentarios hay sin duda un sitio para Mario y su carga del rebote eléctrico. 

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