jueves, 12 de noviembre de 2015

Hermanos ACB

La genética, por los requerimientos físicos inherentes al deporte típico de los gigantes, es un factor a tener en cuenta. El porcentaje de la población con posibilidades reales de acceder a la élite del baloncesto es inferior al de otros deportes que las características anatómicas no están tan marcadas. Eso hace que si compartes los genes y estos son los adecuados tengas más posibilidades de éxito. Hermanos en la élite deportiva los hay en todos los deportes, pero probablemente el baloncesto sea de los que más fraternidad, de la de verdad, de la que viene registrada en documento público, puede esgrimir.

Eso si la genética puede no ser equitativa a la hora de distribuir sus dones. Los San Epifanio no fueron bendecidos por igual, mientras que el que fue conocido como Epi II demostró ser uno de los jugadores más completos de Europa, su hermano primogénito se vio relegado a un segundo plano honroso aunque tengo para mí que incomodo en su fuero interno, todo el que tenga hermanos lo entenderá. Los Arcega tampoco se repartieron bien la herencia familiar, mientras que uno apenas pasaba del metro ochenta el otro superaba ampliamente los dos metros, imagino choteos  familiares durante la infancia. 

Fernando y Antonio Martín marcaron una época inolvidable del baloncesto español, época truncada de la peor de las maneras y finiquitada con la pronta retirada del superviviente de dos de los mejores jugadores interiores del baloncesto español y europeo. Su hueco lo rellenaron los dos hermanos Reyes el pequeño aun lo hace.  En muchos aspectos  son parecidos los cuatros, aunque no carecían/carece de talento su fuerte siempre fue el pundonor y la capacidad de mejora constante.  Puede que el siguiente paso sean los Hernangómez, el tiempo lo dirá pero desde luego la pinta que tienen es magnífica. A los Gasol ni me molesto en describirlos, quien no tenga ya claro lo que son para nuestro deporte los de San Boi bien harían en dejar de leer y apuntarse a una liga de petanca, boliches o lo que es peor, fútbol.

Me he guardado para el final a los nuestros. Modestos, bien es cierto, pero para nosotros los más cercanos y queridos: los santauteños Alvarado, su brillo no les dio para destacar en la ACB pero si para jugar minutos importantes y demostrar el basket que llevaban en la sangre, Oscar ha cambiado de isla y se enfrenta a una oportunidad que le puede llevar de regreso a la ACB  y quién sabe si el regreso a casa,  que es donde mejor se está. De los Guerra, fue Roberto el que dio más de su susodicho nombre siendo historia viva del club amarillo y uno de los favoritos de la afición. No sería una tontería ver su camiseta colgada del Arena, desde luego que no  y ya para acabar, nos tocó de soslayo otro hermanísimo, solo uno de los dos: Txemi Urtasun no tuvo suerte en forma de inoportunas lesiones pero siempre que pudo demostró su clase y sobre todo su esfuerzo para ayudar al equipo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentar es gratis y libre pero... intenta no ofender a nadie.