jueves, 4 de agosto de 2016

El posible contagio

Renovaciones, fichajes e incluso la primera pasada de frenada de Jorge Garbajosa como presidente de la FEB… Todos son temas interesantes que podrían ocupar este post. En cambio, prefiero dedicarlo a un tema que podría ser de una gravedad nunca vista hasta el momento en nuestro adorado Granca y que además, viene de la mano de una de las figuras más “queridas” por los modestos autores de este blog.

Hace ya un tiempo saltó la noticia: Alberto Miranda quedaseñalado como “presunto” defraudador de aproximadamente 30.000 € del Granca en el epílogo de su mandato como gerente del CB Gran Canaria. Puede que no sea una cifra mareante pero desde luego es una sospecha muy grave.

Cabe recordar cómo llegó Alberto Miranda al club, en tiempos de nuestro siempre muy valorado Bravo Jr. (1) para dar profesionalidad al club. Además llegó en tiempos convulsos con Lucas toqueteando todo, incluyendo el despido del que era Director General, Himar Ojeda. Despido que, cabe recordar, fue argumentado por poco control, permitir irregularidades y que era por razones disciplinarias, argumentos que le costó al Granca perder un juicio ante Ojeda y que tuviera que reconocer que se “inventó” los argumentos.

La acusación, de probarse, implicaría que en la última etapa del mandato de Miranda éste se “autocompraría” (2) material de oficina inútiles por cerca de 30.000 y que tuvo que tirarse posteriormente por su mal estado. Es decir, hablando en cristiano y siempre anteponiendo la presunción de inocencia, el club “cree” que Miranda les birló esa cantidad con malas artes.

Sería el primer caso de corrupción en nuestro club que, no olvidemos, es propiedad y en gran parte esta sujetado económicamente por el Cabildo de Gran Canaria y que, por tanto, de una manera un poco retorcida es patrimonio de todas y todos los grancanarios.

El hecho de que el club sea propiedad del Cabildo abre muchas polémicas, la mayoría de ellas justificadas, pero al menos personalmente la que más me asusta es que esa sensación de impunidad, que ha reinado en la política patria se haya contagiado o se pueda contagiar en el futuro a nuestro club. Todos los que conocemos, aunque sea sólo un poco, el club por dentro sabemos que no ha sido la definición de eficacia y profesionalidad pero, aparentemente, estaba mejorando bastante en esta faceta desde los últimos años de Lisandro Hernández. Nada que ver con el "sin Dios" que supondría la veracidad de esta noticia.

De confirmarse, la responsabilidad política directa sería de Lucas Bravo que, le votasemos o no, era el representante de todos nosotros en lo que al club concierne. Muchos sufrimos y todos vimos la prepotencia y infantilismo con el que manejó el club, convirtiendo al CB Gran Canaria en su juguete particular como si fuera un “jeque” cualquiera que ha comprado el equipo. Es imposible olvidar la muy dolorosa salida de Pedro Martínez únicamente por razones de berrinche político por las simpatías moradas de Pedro.

Pero esto sería un salto cuantitativo en los despropósitos “luquenses”. Nos aterra la idea de que esto se confirme y esperamos, con ansia, que se resuelva cuanto antes esta investigación. Además nos gustaría, ahora más que nunca, saber porque Lucas Bravo sigue teniendo tanto protagonismo en los medios al respecto del Granca (póngase de ejemplo la Cadena SER) cuando este señor ya no pinta nada. Al menos que aprovechen el protagonismo que le dan para cuestionarle por esta grotesca situación.



1. Lucas Bravo de Laguna, hijísimo y ex Consejero de Deportes del Cabildo de Gran Canaria durante el mandato de José Miguel Bravo de Laguna.
2. A empresas que gestiona él o su mujer. 

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